Informe da ong Repórteres sem Fronteira classifica o México como o país mais perigoso das Américas para exercício do jornalismo. Na verdade, segundo o nforme, haveria um estado de guerra entre a imprensa e demais setores da sociedade mexicana, em especial a classe política e narco traficantes. Numa lista de 175 países pesquisados, o México aparece em 138º lugar. Desde o ano 2000, 55 jornalistas foram assassinados naquele país.
Veja abaixo, em espanhol, o informe divulgado pelo Observatorio Latinoamericano para la Libertad de Expresión da Federación Latinoamericana de Trabajadores de la Comunicación Social (FELATRACS).
MÉXICO, ES EL PAÍS MÁS PELIGROSO PARA LA SEGURIDAD DE LOS PERIODISTAS
Reporteros sin Fronteras (RSF), en su informe sobre la clasificación anual de libertad de prensa en el mundo, ha resaltado a México en el 138 puesto de un total de 175 naciones. RSF argumenta que la mala ubicación de México "sumido desde 2006 en un cuasi estado de guerra con la vasta ofensiva general contra el narcotráfico” ha hecho que mantenga el “triste rango de país más peligroso del continente para la seguridad de los periodistas", vista desde los 55 asesinatos de periodistas registrados desde el año 2000, de los cuales, 9 fueron perpetrados en el presente año. En esta clasificación, Estados Unidos se ubica en el primer lugar del continente americano, siendo el número 20 de la lista general; en segundo lugar ésta Jamaica con el puesto 23. Si bien México, se encuentra por debajo de países como Venezuela (124), Colombia (126) y Honduras (128) –indica el informa –, esto se debe a que han sido constantemente denunciados por la falta de garantías para el trabajo periodístico. RSF indica que "la eliminación de cualquier prensa crítica" perjudicó la imagen de Venezuela y que el golpe de Estado en Honduras "le costó caro a la libertad de prensa".
Cuba, ubicado en el puesto 170 a nivel mundial, ha sido, además, incluido en la clasificación de naciones "enemigas del internet". La clasificación se realizó en base a agresiones, asesinatos, encarcelamientos y amenazas contra periodistas, la práctica de la censura y la autocensura y la existencia de monopolios estatales de la radio y la televisión.
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